● El buen clima de este domingo ha hecho de esta edición la más multitudinaria
● La carrera consolida totalmente su presencia en Barcelona antes de dar el paso definitivo hacia otras ciudades de España
Más de 2.000 participantes han convertido la 4ª edición de la Maorí Race Santa Coloma de Gramenet en la más multitudinaria desde que la carrera de obstáculos vivió su primer pistoletazo de salida en el entorno de Barcelona. El buen tiempo de este domingo y las mejoras en la organización han ayudado al acontecimiento deportivo a dar un paso más y superar todas las cifras que había conseguido hasta ahora, y con un nivel de satisfacción del público muy notable.
Como siempre, los y las participantes se enfrentaban a un circuito de 7km con tierra, agua, césped y asfalto, por el Parque Fluvial del Besòs y las zonas adyacentes, como el Parque de Can Zam o el Dúo Sports Can Zam. Y tenían que superar una treintena de obstáculos que evolucionan edición a edición, con nuevos retos, dificultades añadidas y mejor distribución. Han destacado algunos obstáculos nuevos, que se han sumado a los ya clásicos y tradicionales y que no pueden faltar en la Maorí. Adrián Martín Cruzado ha sido el primer corredor al cruzar la meta, después de 40:39 minutos de carrera, y se ha erigido como el ganador de esta 4ª edición. En la categoría femenina, Ainhoa Costas Muñoz ha sido la más rápida y ágil, y ha acabado el circuito en 49:17.
Este año, la Maorí KIDS, la adaptación de la carrera de obstáculos para los más pequeños de la familia, también ha dado un paso adelante, y ha vivido un significativo incremento de la participación. Un circuito amable pero con retos ha hecho patente este domingo que las futuras generaciones de ‘maorí racers’ sube con mucho empuje.
La presencia de equipos y grupos que han asistido conjuntamente ha vuelto a ser la tónica general de un prueba caracterizada por el buen ambiente, la ayuda y la solidaridad entre corredores y corredoras. Con este objetivo también han destacado las actividades paralelas a la carrera, como por ejemplo la zona de alimentación y bebidas de ‘foodtrucks’, que ofrecían opciones para todos los gustos y sensibilidades gastronómicas, el área de pinta-caras o la animación musical y fiesta. Y es que la Maorí piensa en el acontecimiento de una forma global para que pueda ser disfrutada también para los acompañantes y espectadores.
En esta línea, Maorí Race ha apostado este año por la colaboración con el “Proyecto Pol”, una iniciativa de Toni Molinos, padre de Pol, que quiere dar visibilidad a una dolencia degenerativa considerada minoritaria: la hiperglicinèmia no cetòsica (encefalopatía hipergliciémica). Un numeroso grupo de personas que forman parte del “Proyecto Pol” ha participado de la Maorí Race con Pol, que sufre esta dolencia, y han conseguido superarla todos juntos y dar visibilidad a la causa y apoyo a la investigación. Su llegada a meta, después de un enérgico esfuerzo conjunto ha sido uno de los momentos más emotivos de esta 4.ª edición. Esta iniciativa nace con el fin de asesorar a las familias, dar a conocer la dolencia, y recoger fondo para la investigación, que se realiza con colaboración con el Hospital Sant Joan de Deu.
Un horizonte de sorpresas
Con la exitosa carrera en Santa Coloma de Gramenet, Maorí Race cierra una nueva temporada de crecimiento y superación, y coge fuerzas de cara a un curso, el del próximo 2020, que estará lleno de novedades y sorpresas. Además de seguir haciendo evolucionar las carreras actuales, la organización anunciará nuevas ciudades y ubicaciones, en el camino de la Maorí de conseguir establecer un circuito estatal que consolide el nombre de la carrera en toda España.